"La seducción se relaciona con el éxito amoroso, pero no es sólo eso.
Seducimos cada vez que nos comunicamos y logramos que la persona de
enfrente se sienta atraída por nosotros. En ello hay una carga genética,
porque hay personas más extrovertidas, que lo tienen más fácil, y otras
menos. Pero también influye cómo fueron las primeras relaciones con
padres, amigos, profesores. Hasta los introvertidos aprenden técnicas
para salir adelante. Pero también hay quien disfruta de la introversión,
y muchos son artistas, creadores que generan gran originalidad",
argumenta la psicóloga.